Bahía de Chacalilla: Un Refugio Costero Protegido por Altos Peñascos

Por la Carretera 200 Norte, después de pasar por Rincón de Guayabitos y La Peñita de Jaltemba, se encuentra un poblado llamado Las Varas. Después de pasarlo, se encuentra una desviación que debe tomarse para llegar a Chacala. A un kilómetro de ahí se encuentra la Bahía de Chacalilla, un hermoso refugio costero al vasto horizonte del Pacífico mexicano, el cual sobresale por su entorno relajante y hermosos parajes.
De oleaje tranquilo, las playas de Bahía de Chacalilla están cobijadas por altos peñascos en los que habitan numerosas especies de fauna, las cuales, con un poco de suerte y mucha atención, pueden ser apreciadas en su estado natural.
En esta playa se encuentran varios restaurantes de palapa a la orilla del mar, donde podrán degustarse refrescantes bebidas, así como los platillos típicos de la costa preparados con pescados y mariscos frescos. Una recomendación es probar el típico Pescado Zarandeado, cuya salsa es más ligera, pues se prepara sin tanto picante y con menos especias para dejar un agradable sabor al paladar. Se sirve con frijoles fritos, arroz, salsa mexicana y tortillas hechas a mano.
Por esta zona también se ofrecen servicios turísticos para ir a conocer más atractivos cercanos al pueblo de Chacala, como Los Petroglifos de Altavista (un yacimiento prehispánico de gran importancia para la antropología local) y otras playas un tanto desapercibidas, entre ellas Las Cuevas y Caletas. Para ir a estos lugares es altamente recomendable ir acompañado de un guía que conozca bien la zona.
Por cierto, en Chacala, Nayarit se respira un ambiente de amabilidad y espíritu de comunidad. Además de encontrar casas con fachadas típicas, tiendas de artesanías y distintos establecimientos para disfrutar de una acogedora estancia, al caminar por las estrechas calles de este pintoresco pueblo tendrás la sensación de que todos sus residentes se conocen entre sí.
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